INFRAESTRUCTURA
-La celda más habitual viene a tener unos 4 metros de largo por 2 y medio de ancho. Lo que viene a resultar en unos 10 metros cuadrados. Un espacio que podría ser suficiente en caso de ser ocupado por una sola persona, pero que en muchas ocasiones deben compartir dos.
-Sorprendentemente, sólo dos terceras partes de las personas presas dicen tener calefacción en su celda.
-En cuanto a la iluminación , poco más de la tercera parte están satisfechos con la misma y dicen tener una iluminación Buena (26%) o Muy buena (8%). El resto, de alguna forma, se queja de falta de luz por encontrar que la celda tiene una iluminación regular ( 37%), mala (14%) o muy mala (8%).
-En cuanto al pequeño detalle, pero importante en términos de respeto a la intimidad, que representa tener una cortinilla que poder correr durante la ducha o mientras se está en el váter, no llegan a la mitad de los presos en cárceles españolas (47%) los que dicen disponer de ella.
- Otro detalle, aparentemente intrascendente, es la circunstancia de disponer de una cortina que impida la entrada de luz en la celda. Además de aportar un mayor nivel de personalización y confort al único espacio de privacidad de que dispone la persona recluida, impide la entrada de luz a horas extemporáneas facilitando un sueño reparador (por ejemplo, en verano amanece bastante antes de la hora en que tienen que levantarse). Algo más de la mitad de las celdas no disponga de cortina.
-En cuanto a las horas de patio de que disponen, la media resulta ser de unas siete horas al día. Alrededor de ese tramo se sitúa la gran mayoría, 72% tienen entre 6 y 8 horas para perder en el patio. Un 17% tendría menos de 6 y un 11% pierde 9 ó más horas al día dando vueltas por el patio.
- Si entre los presos en aislamiento, el año 2002 nos encontramos con que sólo un 62% decía disponer de un banco donde poder sentarse cuando salía al patio, esta situación es bastante mejor cinco años más tarde entre la población general encarcelada, puesto que el 90% puede sentarse y no están condenados a andar de un lado para otro, a recostarse en la pared o a sentarse en el suelo.
-También preguntamos entonces si en el patio de los primeros grados había algún tejadillo donde resguardarse del calor o de la lluvia; las respuestas indicaban que poco más de la mitad (53%) de los presos en régimen cerrado tenían donde resguardarse. Esta situación cambia sustancialmente cinco años más tarde para el conjunto de las personas presas puesto que el 72% dispone de un tejadillo. De todos modos, el 28% sale a patios donde es imposible permanecer en caso de lluvia o de calor excesivo, lo que normalmente obliga a meterse en una sala sobreocupada que se suele usar para comer y en general para estar las largas horas en las que se debe permanecer fuera de la celda.

ALIMENTACIÓN
En las prisiones españolas a través de los Servicios Médicos se elaboran los menús para los internos, teniendo en cuenta su estado de salud, así como creencias religiosas. Hay que destacar que a través de estos menús alimenticios, cada interno dispone de su racionamiento alimenticio acorde a su situación. Señalando algunos racionados tales como: Racionados de enfermos, racionados musulmanes, racionados vegetarianos, racionado odontológico, racionado con suplementos bien sean de lácteos, de frutas, racionados para alérgicos a determinados alimentos, etc.
- Huelga de hambre en prision: La huelga de hambre es una forma de reivindicación frecuente en prisiones y puede llegar a ocasionar multitud de problemas de todo tipo, tanto a la Administración penitenciaria como a los médicos encargados de la asistencia a los presos que la hacen. Asuntos como el conflicto de derechos y obligaciones en juego, así como la forma de tratarla en personas que están sujetas a la Administración, que en este caso adopta una posición de garante, han generado no poca polémica doctrinal. La objeción de conciencia y el conflicto de doble fidelidad de los médicos que trabajan en las prisiones son también asuntos muy ligados a una huelga de hambre penitenciaria. En este trabajo se revisará la solución que se da al problema del tratamiento de la huelga de hambre penitenciaria desde tres perspectivas: ética, deontológica y legal. (Puedes seguir leyendo en la fuente original así como en este documento y en esta noticia. Así mismo es interesante esta evaluación de una experiencia con personas con diabetes como ejemplo de educación para la salud en centros penitenciarios.
CASO CLÍNICO RELACIONADO CON EL HIGIENE DENTRO DE PRISIÓN
Se presenta el caso de un paciente de 40 años de edad, politoxicómano desde la adolescencia, con un primer ingreso en prisión a los 20 años, y con reiterados ingresos posteriores. En 1993, se detecta coinfección por el VIH y el VHC ( virus de la hepatitis C). Consta en su historia clínica la prescripción del primer tratamiento en 1998, señalado con constantes abandonos, sobre todo, en los periodos vividos en libertad. El paciente sufrió otras patologías de interés como neumonías extrahospitalarias de repetición,candidiasis orofaríngeas,de carácter repetitivo, tuberculosis pulmonar y lesones cerebrales por toxoplasmosis,dermatitis seborreica constante…
En agosto de 2009 presentó lesiones costrosas, descamativas, de inicio en cuero cabelludo, pabellones auriculares y axilas. Posteriormente estas lesiones se extendieron a tronco y extremidades, incluyendo plantas y palmas de pies y manos. También aparecieron lesiones similares en los glúteos y los genitales.
El dermatólogo orientó el cuadro como psoriasis.El tratamiento no fue iniciado hasta un nuevo ingreso en prisión, a principio del año 2010 . Actualmente, el paciente se encuentra en situación de ingreso hospitalario para estudiar posible etimología de las lesiones cerebrales
La Psoriasis (es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel que produce lesiones escamosas engrosadas e inflamadas, con una amplia variabilidad clínica y evolutiva. No es contagiosa, aunque sí puede ser hereditaria.
La prevalencia de psoriasis en los infectados por el VIH no parece mayor que en el resto de población, aunque sí hay diferencias en cuanto a su evolución, presentando una clínica más agresiva y con mayor tendencia a acompañarse de artritis. En el curso de la infección por VIH, la psoriasis puede aparecer en cualquier momento de la historia de la enfermedad .Se trata, principalmente, de una enfermedad antiestética con un peligro añadido: las infecciones bacterianas secundarias al rascado, ya que el picor suele ser un elemento casi siempre presente. Las infecciones son mucho más habituales en personas con bajo nivel de higiene, que son frecuentes entre los ingresados en centros penitenciarios.


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