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Arianna: profesional de enfermeria en los centros penitenciarios

Page history last edited by duendudando 10 years, 3 months ago Saved with comment

INTRODUCCIÓN. CARACTERÍSTICAS GENERALES

Como introducción general puedes consultar esta presentación que hemos encontrado en la red sobre los cuidados de enfermería en instituciones penitenciarias.

Extraemos también como introducción algunos fragmentos de este estudio sobre El sistema penitenciario español:

 

El sistema penitenciario español ha experimentado en las últimas décadas un cambio radical de orien­tación y concepto, paralelo a la evolución de la so­ciedad española. El gran acontecimiento que ha propiciado esta transformación ha sido la aproba­ción de la Constitución Española de 1978, que desde entonces ha inspirado profundos cambios tanto en la legislación penal como en el tratamiento de los re­clusos y en las condiciones de las prisiones. Ha sido necesario un considerable esfuerzo en estos últimos años para paliar las endémicas deficiencias del sistema, dotarlo de nuevas instalaciones, mejorar las que estaban en uso y reorganizar la actividad para conseguir una mayor eficiencia de los recursos humanos.

Se pretende compartir estas experiencias con aquellas instituciones y colectivos comprometidos en ha­cer de las cárceles un espacio de convivencia capaz de fomentar el desarrollo integral de los internos. En estas páginas se trata de abrir las puertas de los centros, mostrar cómo es el día a día en las prisiones y ofrecer una visión positiva de la transformación que están experimentando gracias al esfuerzo de los pro­fesionales y de los propios reclusos. Un acercamiento a los problemas y los logros favorece la compresión de esta compleja pero apasionante tarea de conver­tir en ciudadanos integrados a hombres y mujeres que, a menudo por razones de exclusión social, han cometido delitos que merecieron la justa condena de los tribunales.

Algunas de las actividades, como los denominados Módulos de Respeto, significan una apuesta tan in­novadora que están marcando un antes y un des­pués en la vida de las prisiones donde se han puesto en marcha.

 

 

                                  

 

 

PERSONAL SANITARIO DENTRO DE LAS CÁRCELES ESPAÑOLAS

 

Hola chi@s, yo me voy a centrar en la parte que trata sobre el personal de enfermería, la coordinación entre los profesionales dentro del centro penitenciario, la jerarquía que se sigue, el estrés al que están sometidos, sueldos y sobre todo a lo que esconde su trabajo con respecto a compañeros destinados en otros sectores.

Para esto, he estado investigando en internet y he encontrado varias entrevistas que me parecen bastante interesantes. La primera es de un estudiante de medicina que le “tocó” hacer las prácticas en una prisión. Éste relata de una forma sobrecogedora su propia experiencia dentro del centro, titulada “POBRES HUMANOS”. Os dejo el enlace del escrito al completo ya que considero que para quienes estéis trabajando sobre enfermedades, suicidios, aislamientos por mal comportamiento… también os puede servir ya que es bastante amplia y abarca muchos de los temas que tratamos en conjunto.

 

Yo sin embargo he recapitulado lo que tiene que ver con su experiencia profesional en los siguientes apartados:

 

                                                                              

 

POBRES HUMANOS

 

“Mezclo la pena con la impotencia y la rabia. Antes podía imaginarlo: ahora lo he vivido, lo he visto por mí mismo. La miseria humana, hecha institución. Supongo que tiene que ver con que la experiencia ha apelado a lo más profundo de mi ser, a lo que me empeño en llamar “humanidad”, por profesar la fe de los que piensan que esto es un principio común a toda la raza humana.

Profesionalmente la cárcel ha resultado ser un lugar interesante. Casi que no puedes aburrirte, casi que nunca se hace rutinario. Un individuo privado de libertad en un antro como es un centro penitenciario pierde mucho más que esta. Se considera, ya de por sí, dentro de “un grupo de riesgo”. Riesgo de padecer tuberculosis (…). Riesgo de no volver a ver a los tuyos, riesgo de perder todo lo que eras. Riesgo de acostumbrarte a vivir sin vivir, y nunca más poder sentirte realmente vivo. No. No puedes aburrirte. Falta tiempo, falta tiempo para pensar en cómo hacer saltar por los aires esta mierda de lugar.

La cárcel ofrece una imagen dura, pero justa. El olor a detritus de alcantarilla que se desprende ya al llegar al aparcamiento parece anunciar sutilmente, o no tan sutilmente (no hay que estar muy fino para percibirlo), lo que realmente se esconde en el interior. Pasados unos días allí dentro a poco que rasques descubres lo que se oculta tras esa asquerosa fachada (los cristales de las plantas superiores no pueden limpiarse debido a que no hay ventanas que se puedan abrir, ni mecanismo que se le parezca, así que se muestran llenos de la suciedad acumulada durante largos años). Las plantas e incluso la fuente situadas en el patio distribuidor y en los patios de algunos módulos hacen incluso amable la visión del recinto. Por el contrario, las caras de los internos, sus bocas desdentadas, sus arrugas prematuras, sus brazos chinados y sus tatuajes “talegueros” desmienten las primeras impresiones. Claro que cegados por los prejuicios seguramente pocos visitantes accidentales serán capaces de apreciar esto, sin tomarlo como una curiosidad más de ese complejo y extraño mundo aparte que es la cárcel.

En la cárcel todo funciona con trapicheos. Entre los presos sí, pero también en la administración (…). Todo depende de a quién conozcas, quien te haga un favor, y quién te tiene manía. A veces estas “cosillas” se traspapelan, ya se sabe, y puede que por casualidad acaben cayendo a la máquina que tritura los documentos inservibles en algún despacho. Cosas que pasan.                     

No olvido la tragedia que queda fuera, la de las familias, que pagan condena como el presidiario (…). Muy humano todo, muy humano. Otro de los “derechos” que los presos ven conculcados por el robo de su libertad.

 

                                      

 

Allí todos me han tratado bien. Los médicos, los presos y casi todos los funcionarios. Espero imprimir este escrito y podérselo pasar a los internos que he conocido. Me han enseñado mucho, y en algún momento hasta me han hecho dudar de que sufrieran realmente con su condena, por sus bromas, su compadreo y su jovialidad. El ser humano es maravilloso, capaz de adaptarse a situaciones demenciales hasta tal punto, que parece que casi no las está padeciendo. Pero no es verdad. Las padecen. Y sufren, y lloran, y enferman y sienten. Y se muerden los nudillos para no romperse el 5º metacarpiano. Y pierden la vida, como el resto de los encerrados. Se les escapa entre los barrotes. Se queda esperando al otro lado de esa puerta giratoria que yo puedo cruzar... y ellos no. Una jodida puerta. Solo una puerta.

El ser humano es maravilloso. Y seguirán encerrados. Ellos son los que el sistema, la sociedad, califica como presos. Asesinos, homicidas, abusadores, ladrones, estafadores, camellos... Etiquetas que ponen precio a sus vidas, al resto de sus vidas. ¿Delincuentes? Habría mucho que divagar sobre este concepto.

Yo solo diré lo que he podido comprobar por mi mismo, como todo lo que he escrito hasta ahora: son personas. Podrían ser mi prima, mi hermano, mi padre, mi tía. Podría ser yo. Podría ser cualquiera de mis colegas de la infancia. Podrían ser el peor de mis enemigos. Ni mejores ni peores que todos: castigados. Atrapados. Enjaulados.”

 

Otro punto de vista y que ocupa más el tema que trabajo, es el de una pareja de enfermeros en paro en la cual el chico se plantea sacarse las oposiciones para trabajar en prisión. Lo clasifica como un trabajo poco válido e insatisfactorio. Aquí os dejo el enlace al texto completo

 

                                                        

 

“Hay que trabajar poco, el curro es para toda la vida y está bien pagado…”

 La persona que se presenta para trabajar de funcionario de prisiones, es que no sirve para otro empleo mejor. No sirve para producir alimentos, no sirve para ser vagabundo, no sirve para cuidar niños, es un enorme montón de mierda. Evidentemente, hay de todo, hay buenas personas que pueden ubicarse en esos destinos perros creyéndose que hacen algo positivo por la sociedad o por los presos, y a lo mejor lo hacen. Pero la cárcel está llena de gente mala y peligrosa (los funcionarios). Esas buenas personas que aprueban la oposición, se ven abocadas desde que pisan ese terreno, a la complicidad, a mirar para otro lado, y ahí se acaba la bondad.

Es una frase tremenda “curro para toda la vida” (…). Un enfermero que se dedicará a dar la metadona y a contar chistes a los presos enfermos. Es cierto, pero otro aspecto siniestro de la cárcel, es que es un monstruo con vida. La institución, de manera insidiosa, progresiva e implacable, le chupará la conciencia de tu novio y lo transformará en un bicharraco. Va a ser muy difícil que eluda ese destino aciago que lo va a marcar. Ya puedo oler la carne quemada.

(…) Asumís el camino del “curro para toda la vida”, intentad no creeros mejores que las personas que custodiáis.

 

Aquí añado otros enlaces de los que podemos ampliar información de diversos temas y de la preparación para los “enfermeros penitenciarios”: el primero es una noticia, el segundo un documento de la Sociedad Española de Sanidad Penitenciaria

 

   

 

Preguntas que se me ocurren para las entrevistas:

 

1 ¿Se convocan más plazas para otro tipo de oposiciones como matrona, enfermería psiquiátrica, geriátrica… que para trabajar en prisión?

2 ¿Se practican en los centros penitenciarios los mismos cuidados que en la sanidad pública?

¿Tienen los trabajadores de enfermería el mismo sueldo  que los sanitarios públicos?

¿Qué es lo que les lleva a optar por este tipo de oposición? ¿Les agrada su trabajo o lo hacen simplemente por tener un sueldo fijo para toda la vida?

¿Tienen algún tipo de actuación especial como medida de protección ante los presos peligrosos?

¿Cómo es el trato entre compañeros? ¿Se limitan únicamente a cumplir con su deber?

¿Pueden decir que son felices trabajando en este campo o simplemente lo aceptan?

¿Cómo les afecta emocionalmente ver tantas “desgracias”

9 ¿Pueden decir que se sienten afortunados por poder ayudar a gente desfavorecida o desgraciados por tener que trabajar en ese ambiente?

10 ¿Si pudieran trabajar en otra especialidad dejarían ese trabajo? ¿puede llegar a ser vocacional?

11 ¿Cuentan los profesionales sanitarios de un centro penitenciario con los mismos recursos que un hospital?

 

Oposiciones de enfermería a instituciones penitenciarias (Foro de enfermería de Instituciones Penitenciarias)

 

                                                                    

 

                                                  

 

Artículos relacionados con el personal sanitario en cárceles

 

1) En este artículo del periódico El mundo se denuncian las condiciones laborales del personal sanitario en la cárcel de Zaballa (Álava) con una impactante frase: "el personal ha sido trasferido y olvidado". La pregunta que nos viene a la mente inmediatamente es: ¿Se aplica el mismo sistema en tosas las cárceles españolas? ¿Es cierto que los enfermeros, médicos y auxiliares de los centros penitenciarios se les tiene olvidados? ¿No importan sus necesidades? ¿tienen las mismas prioridades que los que se dedican a la sanidad pública? si fuera cierto, ¿Qué se puede hacer o qué está a nuestro alcance para frenar esta injusta situación?

 

"El sindicato ELA ha mostrado su preocupación por la situación del personal sanitario del centro penitenciario alavés de Zaballa, un personal que ha sido "transferido y olvidado" por Osakidetza.

El sindicato ha reclamado una "respuesta urgente", denunciando que por parte de los responsables de Osakidetza se da "la callada por respuesta" a las solicitudes realizadas de manera individual por los trabajadores."

 

2) En este caso he encontrado este artículo de Público.es titulado "La tijera de Rajoy llega a las cárceles. Interior reduce la asistencia medica que trata de los recortes que se han llevado a cabo en las instituciones penitenciarias como consecuencia de la crisis económica que lleva afectando a España desde aproximadamente 2007. Esto se ha traducido en una reducción de la plantilla sanitaria en general, por lo que los reclusos no estarían gozando de las mismas asistencias en este ámbito. Para este caso las preguntas que planteo son: ¿Si reducen el numero de personal sanitario se amplia la jornada laboral de los que se encuentran en activo? ¿Afecta esto a su capacidad de actuación, eficiencia y eficacia a la hora de tratar con el paciente que se les presenta? ¿Son capaces de aplicar técnicas sociales aplicadas a cada paciente de forma individual con el objetivo de evaluar su caso en concreto o si por el contrario tienen tanto trabajo que les es indiferente? ¿Se preocupan por dar un trato humano, cercano y acogedor o se limitan a hacer su trabajo? ¿Al aumentar la jornada laboral sufren episodios de estrés más agudos? ¿Influye esto en su trabajo?

 

3) Otro artículo de interés es el publicado en el Diario de Córdoba: "CSIF alerta de la carencia de personal sanitario en las cárceles". En él leemos que la Central Sindical Independiente de Funcionarios CSI·F ha alertado de la escasez de personal sanitario en las cárceles de la Comunitat Valenciana, en lo que supone un "incumplimiento flagrante de la ley de sanidad penitenciaria".

                       

 

Personal sanitario ¿grupo de riesgo?

 

Dentro de la cárcel existen numerosos factores que "en teoría" pueden poner en serio peligro la salud de los médicos y enfermeros. El personal sanitario que se ocupa de la población reclusa está considerado como un grupo de alto riesgo. esto puede ser debido a dos factores, por un lado se dice que "están en peligro" ya que se ocupan de atender a los presos, que por lo general algunos suelen ser violentos. Los señalan con el dedo por el simple hecho de estar en la cárcel ("si está en la cárcel por algo sería") es el estereotipo que se tiene actualmente y se ha tenido siempre y sin  embargo no tiene porqué ser así, y debemos hacer todo por cambiarlo. Por otro lado, se les considera grupos de riesgo por el hecho de que pueden contraer numerosas enfermedades que allí se desarrollan. El ejemplo más significativo es el de la tuberculosis. Por estos motivos las preguntas que planteo en este caso son:

¿Está considerado verdaderamente la plantilla sanitaria en cárceles como un grupo de riego?, ¿tienen algún tipo de seguridad para ejercer sus tareas? ¿sufren algún tipo de amenazas por parte de los presos más peligrosos? ¿trabajan bajo algún tipo de presión por miedo a sufrir algún tipo de daño?, ¿tienen que llevar a cabo algún tipo de método preventivo para evitar el contagio? ¿se han dado casos elevados de contagio? ¿existen profesionales sanitarios que reniegan de este trabajo por miedo a sufrir contagio?

Para ampliar información puede leerse este documento sobre la tuberculosis, donde se dice que "las cárceles son un entorno de alto riesgo para la transmisión de la tuberculosis, y los funcionarios de prisiones se consideran como un grupo de particular riesgo.  El trabajo que se adjunta se realizó en el Hospital General de Stafford, Reino Unido (un centro que presta asistencia sanitaria a cinco prisiones). El estudio pretendía conocer cuál era el grado de conocimiento con respecto a la tuberculosis entre los funcionarios, y su grado de inmunización.

El hacinamiento de las prisiones es una de las causas de la mayor incidencia de tuberculosis entre los reclusos, por lo que parece prudente considerar a los trabajadores penitenciarios como trabajadores de riesgo."

 

Por último, sobre agresiones a personal sanitario, según esta noticia publicada en El Norte de Castilla, "las agresiones a personal sanitario se saldan con 5 condenas de cárcel en un año" y los incidentes se reducen el 22%, pero sólo han denunciado 87 de las 408 víctimas"

 

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